miércoles, 12 de septiembre de 2007

La Reserva Federal y la crisis hipotecaria


La promesa de Bernanke falla en disipar el pesimismo en el Retiro de Jackson
por John Fraher y Scott Lanman
3 de septiembre (Bloomberg).

La promesa del presidente de la Reserva Federal Ben S. Bernanke de evitar que la debacle en el mercado crediticio arruine la economía fracasó en sofocar las preocupaciones, en el retiro de verano del Fed en Wyoming, acerca de que los Estados Unidos se encaminan a una recesión.
"Vine a Jackson Hole pensando que no habría recesión, pero me voy pensando que bien podría haber una", dijo Susan Wachter, una catedrática de la Escuela Wharton de la Universidad de Pennsylvania, quien co-escribió el primer documento académico presentado en la conferencia.
El tema de este año - Bernanke dijo que los organizadores se habían "superado a sí mismos" con un tópico relevante - fue la política monetaria e inmobiliaria, la obtención de pronósticos sobre el declive en los precios de las casas y la crítica de que el Fed debería haber hecho más. Martín Feldstein de la Universidad de Harvard alertó acerca de "una baja muy seria" y pidió que los funcionarios recorten las tasas de interés en un 1 por ciento.
El tono normalmente académico del Symposio del Fed en la ciudad de Kansas fue reemplazado este año por la preocupación de que el repentino incremento en el costo del crédito para la gente y las empresas dañará el gasto y la inversión. La confianza de los consumidores cayó a su punto más bajo en los últimos dos años en el mes de agosto, la Conference Board informó el 28 de agosto.
"Aquí no hay optimistas entre la multitud", dijo Ethan Harris, principal economista estadounidense del Lehman Brothers Inc, en New York y anterior jefe de investigación local en el Fed de New York. "Hay un consenso bastante fuerte de que esto se ha puesto mucho más grave".
Mientras funcionarios y catedráticos debatían lecturas acerca del desplome inmobiliario, el presidente del Fed de New York Timothy Geithner y el gobernador Randall Kroszner tuvieron su espacio a través de sus celulares. Geithner es la conexión del banco central con Wall Street, mientras que Kroszner encabeza la cámara del comité de supervisión bancaria del Fed.

"MUY GRAVE"
"La economía podría sufrir un bajón my grave", contó en la conferencia Feldstein quien es presidente del Bureau Nacional de Investigación Económica de Cambridge, Massachusetts (BNIE). El BNIE estudia los ciclos económicos estadounidenses. La última recesión fue desde marzo a noviembre de 2001.
Bernanke, vestido con un traje gris oscuro que se destacaba respecto a la típica vestimenta de camisas polo, jeans y khakis de las reuniones de Grand Tetons, dijo en el discurso inaugural que el Fed "actuará como sea necesario" para proteger la expansión.
Eso no apacigüó a los críticos como Edward Leamer, jefe de un grupo pronosticador económico de la Universidad de California en Los Angeles. Escribió en uno de los documentos de la conferencia que calificó al Fed con un "desaprobado" por fallar en prevenir la burbuja inmobiliaria y por ende por no reducir las tasas mientras estallaba.

"EL MENOR DE DOS MALES"
Feldstein pidió por "una mayor reducción ahora en las tasas de los fondos federales, posiblemente en un 1 por ciento como mucho desde los 5,25 actuales. Mientras eso empujaría hacia arriba la inflación, es el "menor de dos males", dijo en un discurso del 1° de septiembre.
Los funcionarios del Fed se reunirán próximamente el 18 de septiembre. Mientras que los bancos centrales bombearon u$s 350 mil millones de fondos de emergencia en los mercados monetarios el último mes, los signos de tensión continúan.
El pagaré financiero, una herramienta de corto plazo, declinó en u$s 244,1 mil millones, o sea un 11 por ciento, en las tres semanas anteriores al 29 de agosto, la mayor declinación en al menos siete años, demuestra la información del Fed. Los rendimientos de la letra del Tesoro a tres meses tuvo su mayor caída en agosto desde el 2001 al buscar los inversores seguridad en títulos de deuda del gobierno.
La falta de pago en las hipotecas no calificadas, el origen del desorden, probablemente se incremente aún más al tiempo que las tasas variables de los préstamos se reajusten, dijo Bernanke.
Aún así, "las pérdidas financieras globales han excedido por lejos las proyecciones más pesimistas acerca de las pérdidas crediticias en esos préstamos", dijo. Eso es debido a las dificultades en fijar precios para títulos complejos y preocupaciones de que el tema vivienda refrene el crecimiento económico, el principal del Fed dijo.

"SOMBRÍA COMO YO"
Esperé más bien que saldría y encontraría que la gente no estaba tan sombría como yo, pero no encontré eso", dijo el ex gobernador del Fed Lyle Gramley, ahora un consejero económico senior en el Stanford Group Co. en Washington. "Así confirmé mis propias preocupaciones acerca de la economía".
A los concurrentes sin embargo se les escuchaba confiados de que la economía global, que ha contado con los Estados Unidos para impulsar el crecimiento durante la mayor parte de la pasada década, está lo suficientemente fuerte como para manejar la ralentización.
En China, donde la economía se expandió a su ritmo más rápido en más de 12 años en el segundo cuatrimestre, la producción inesperadamente se aceleró en agosto. Mientras la confianza financiera en Alemania, la economía europea más grande, cayó el mes pasado, aún así fue mejor que lo que muchos economistas habían pronosticado.
"La economía mundial todavía está muy robusta y el crecimiento está mucho más parejamente extendido que como lo estuvo hace unos pocos años", dijo en una entrevista Otmar Issing, anterior economista en jefe del Banco Central Europeo.
Había poco consuelo para la mayoría en la conferencia mientras debatían el impacto de la recesión inmobiliaria en el consumo, entre medio de las subidas a lo largo de los caminos cerca del Parque Yellowstone.
El catedrático de la Universidad de Yale Robert Shiller dijo que los precios de las viviendas en algunas ciudades de Estados Unidos pueden caer hasta la mitad, mientras que Leamer predecía declinaciones en algunas áreas de entre el 30 y el 40 por ciento. Feldstein vio la posiblidad de "una declinación substancial" en el gasto debido a que los consumidores no serán capaces de pedir prestado más en contrapartida por el valor de sus hogares.