miércoles, 2 de abril de 2008

Hambre Mundial y Nuevo Orden




Recordando el razonamiento de Richard Cook en este post reciente vuelvo a transcribir este párrafo: "¿podría haber una mejor manera de lograr todo esto que lo que parece ser un concentrado plan para quitar a la gente de todas partes del mundo la capacidad de generar su propio alimento? Después de todo, el genocidio por hambre puede ser lento, pero es muy eficaz. Especialmente cuando se puede echar la culpa a las “fuerzas del mercado.” Si todo esto forma parte de un plan, lamentablemente lo estamos presenciando delante de nuestros propios ojos.

Por alguna razón recordé: "Y cuando abrió el tercer sello, oí a la tercera criatura viviente decir: ¡Ven! Y ví y ¡miren! un caballo negro; y el que iba sentado sobre él tenía en su mano una balanza. Y oí una voz como si fuera en medio de las cuatro criaturas vivientes decir: Un litro de trigo por un denario, y tres litros de cebada por un denario; y no dañes el aceite de oliva ni el vino". (Apocalipsis 6:5-6). Los alimentos básicos inalcanzables, pero los de lujo sólo disponibles para aquellos capaces de comprarlos. Pero sabemos que todo esto es pura casualidad...

Crisis alimentaria sentida alrededor del mundo

Caos del mercado, revueltas

por Peter Goodspeed,

National Post, Miércoles 2 de abril de 2008

Artículo Original

Bruscos aumentos de precios han disparado revueltas por alimentos en semanas recientes en México, Marruecos, Senegal, Uzbekistan, Guinea, Mauritania y Yemen, y las agencias de asistencia en todo el mundo se preocupan de que sean incapaces de alimentar a los más pobres de los pobres.

En las Filipinas, los funcionarios están haciendo redadas en almacenes de Manila en busca de comerciantes inescrupulosos que acopian arroz, mientras que en Sur Corea, amas de casa aterradas vaciaron recientemente góndolas de tiendas de comestibles cuando el costo del ramen, unos tallarines instantáneos hechos de trigo, subieron repentinamente.

La sombra “de un nuevo hambre” que ha hecho al alimento demasiado costoso para millones es el resultado de una repentina y dramática alza de precios de los alimentos en todo el mundo.

Los crecientes precios para todas las cosechas cruciales de cereal de todo el mundo y crecientes temores de escasez están imprimiendo impulso a través de los mercados internacionales, creando agitación.

El jueves pasado, como los precios mundiales del arroz se elevaron casi hasta el 30% en un sólo día, Egipto decidió suspender las exportaciones de arroz por seis meses para cubrir la demanda interna y para intentar limitar los aumentos de precios.

Ésas fueron malas noticias para sus clientes principales de arroz -- Turquía, Líbano, Siria y Jordania.

La movida de Egipto fue emparejada por Vietnam, el segundo mayor exportador de arroz del mundo después de Tailandia, que recortó las exportaciones en un 25% y ordenó a los funcionarios a no firmar más contratos de exportación este año.

La India y Camboya también se apresuraron a contener sus exportaciones para tener suficientes provisiones para alimentar a su propia gente.

Con el petróleo crudo elevándose sobre los u$s 100 el barril, los precios más altos del combustible han elevado el costo de producción e incrementado los de transporte para todos los alimentos.

Plagas en el Sudeste Asiático, una sequía de diez años en Australia y un súbito frío de 45 días en China se han combinado para agravar la situación.

Al mismo tiempo, millones de personas en China y la India se han hecho de golpe relativamente pudientes y están cambiando sus hábitos alimenticios, consumiendo más carne y pollo, lo que coloca una enorme demanda en stocks de cereales.

En China, el consumo per-cápita de carne ha aumentado el 150% desde los años '80. Pero producir más carne requiere más alimentación para criar más animales.

“Simplemente se alimenta menos gente con maíz vía ganado que lo que se hace con maíz directo,” dijo a John Powell, vicedirector de programas externos en Roma del Programa Mundial de Alimentos de la O.N.U (PMA).

También influenciando a la crisis alimentaria está la movida en Norteamérica y Europa hacia el combustible biológico en un esfuerzo por menguar el calentamiento del planeta y para reducir la dependencia de energía importada.

Un alza en la demanda de combustible biológico ha dado lugar a una declinación aguda en tierras agrícolas sembradas para cultivos de plantas comestibles. Cerca del 16% de la región agrícola de los EE.UU. sembrada antes con soja y trigo ahora está produciendo maíz para combustible biológico.

“Por primera vez en la historia, hay un vínculo claro entre el precio del combustible y el precio del alimento,” dijo Powell.

“Si hubiera un aumento milagroso del 20% en la cantidad de producción alimentaria, no sabríamos cuánto iría hacia el creciente consumo de alimentos y cuánto hacia los combustibles biológicos.

“Donde iría es a donde mejor estén los precios.”

El arroz es un alimento básico para la mitad de la población mundial. Pero la repentina alza en los precios y las restricciones a las exportaciones llegan en un momento en que las reservas de arroz están en su nivel más bajo en décadas.

Al momento, los inventarios de arroz del mundo se dice que se ubican en unas meras 72 millones de toneladas métricas -- cerca del 17% de lo que el mundo consume anualmente.

Las bajas reservas crean un mercado en el cual cualquier interrupción de provisión dará lugar a oscilaciones radicales del precio.

También complican la entrega de ayuda exterior a aquellos con más necesidad.

El PMA, que alimenta a 73 millones de los más indigentes del mundo cada año, dice que sus costos se han incrementado un 55% desde junio. A menos que consiga u$s 500 millones en financiación de emergencia, pronto puede tener que reducir los programas alimenticios.

Los expertos predicen que los mercados de alimentos del mundo quedarán encerrados en una espiral inflacionaria por lo menos durante cuatro años, pero algunos dicen que la crisis podría perdurar por una década o más.

“Hay una sensación bastante importante de que lo que estamos viendo es un cambio decisivo o estructural y no un pico que sea seguido por una bajada”, dijo Powell.

“En otras palabras, estamos en una era de altos precios en los alimentos. No es sólo volatilidad, es un aumento decisivo.“