lunes, 6 de octubre de 2008

Rusia: simulacros de guerra nuclear

Video de la Fuerza Aérea Rusa
Rusia llevará a cabo los mayores juegos de guerra de la fuerza aérea desde los tiempos soviéticos
Por Adrian Blomfield en Moscú
Telegraph.co.uk 03 de octubre de 2008
Con su progreso siendo estrechamente vigilado por los cada vez más nerviosos ejércitos occidentales, docenas de bombarderos nucleares tomarán parte en el ejercicio. Bombarderos Tu-95 Bear dispararán misiles crucero a objetivos en la Rusia Subártica por primera vez desde 1984.
Mientras Rusia insiste en que los juegos de guerra no están diseñados como un gesto de agresión, Occidente se está poniendo cada vez más tenso ante la escala de las maniobras.
Los ejercicios aéreos, que tendrán lugar cerca del espacio aéreo estadounidense en Alaska, son parte de un juego de guerra de un mes de duración conocido como Estabilidad 2008 que dice Rusia es el mayor en 20 años.
Al tiempo que los bombarderos salgan a volar la próxima semana, los buques rusos también estarán realizando ejercicios en el mar del Norte y en el mar Báltico, así como en los océanos Atlántico y Pacífico. Una flotilla de buques de guerra está zarpando también hacia el Caribe para ejercicios conjuntos con Venezuela, el mayor enemigo de Washington en América del Sur, que estará a menos de unas pocas cientos de millas de la costa de los Estados Unidos.
Un submarino nuclear ruso también ya ha arribado a la Península de Kamchatka después de completar un viaje de un mes debajo del Océano Ártico sin salir a la superficie. El Kremlin ha hecho reivindicaciones territoriales sobre una gran porción del Ártico, que contiene vastos recursos energéticos debajo de su hielo que rápidamente se está reduciendo.
Nunca desde el final de la Guerra Fría Rusia ha demostrado su alcance militar global de tal manera.
Más de 60.000 efectivos y 1.500 tanques y vehículos blindados de transporte han participado en las primeras dos semanas de ejercicios. También se han probado misiles nucleares lanzados desde tierra y desde submarinos. Una vez que los bombarderos hayan dispararon sus misiles crucero la próxima semana, Rusia llevará a cabo sus primeras pruebas de lanzamientos casi simultáneas de todos los elementos de su tríada nuclear desde la Guerra Fría.
Esto ha preocupado a los observadores militares críticos del Kremlin, que dicen que el alcance y el carácter de los ejercicios no concuerdan con las explicaciones oficiales sobre que están destinadas a entrenar a las fuerzas armadas del país enla lucha antiterrorista y la defensa militar.
Pavel Felgenhauer, un respetado analista militar, dice que el alcance geográfico de los ejercicios sugiere que pretenden simular una guerra nuclear con los Estados Unidos.
"Rusia se está preparando para la eventualidad de una guerra nuclear," dijo. "Estos son los juegos de guerra más elaborados en 20 años y es clara evidencia de que estamos regresando a la Guerra Fría".
Al tiempo que las relaciones con Occidente sehan deteriorado, Rusia ha demostrado que está cada vez más dispuesta a mostrar su poderío militar. Bombarderos nucleares de largo alcance están de nuevo patrullando los cielos cercanos al espacio aéreo occidental. Un escuadrón llegó a menos de 90 segundos de Hull el mes pasado después de aparentemente escapar a la detección de los sistemas de alerta británicos.
Rusia, que se ha puesto más agresiva al trabar amistades con países opuestos a los Estados Unidos, también ha comenzado un ambicioso programa de rearme que verá duplicar el gasto en defensa en los próximos cinco años. Nuevos acorazados, portaaviones y submarinos nucleares han sido encargados.
No todo el mundo está convencido, como el Kremlin parece estarlo, de que Rusia pronto será tan militarmente competitiva como lo fue en la Guerra Fría. A pesar de algunas mejoras, las fuerzas armadas – y especialmente la fuerza aérea y la marina – están todavía en condición lamentable y serían incapaces de desafiar a un mediano país europeo en una guerra convencional, dicen los analistas.
El Kremlin ha quedado con frecuencia avergonzado por la regularidad con la que se descomponen los buques de guerra rusos.