domingo, 23 de marzo de 2008

Estado de la Situación Mundial: Política y Finanzas


Panorama mundial a futuro:

China y el Yuan. Quo vadis?

A pesar de las bajas temporales del oro y del petróleo respecto del dólar (debidas indudablemente a necesidades de liquidez para seguir especulando con el guiño de la Fed), es bastante probable que vuelvan a retomar sus tendencias alcistas a medida que la crisis financiera siga ganando terreno (en función de su verdadera dimensión). Lo mismo se aplica a las materias primas o commodities, que están constantemente presionadas por crecientes demandas, aún a pesar de la futura Gran Depresión Mundial, que frenaría pero difícilmente detenga el crecimiento de potencias económicas como China, Rusia y la India.

En el caso de China y sobre cómo impactaría en este país el "congelamiento" económico de los Estados Unidos, hay que tener en cuenta importantes factores a la hora de hacerse un juicio objetivo.

Primeramente, desde ya hace varios años que China empezó a volcar su producción cada vez más hacia los productos de alta tecnología, superando recientemente a los Estados Unidos en ese sentido (ver post). Esto la hace más resistente a la inevitable revaluación del yuan, ya que al dejar de exportar "baratijas electrónicas" y exportar cada vez más "productos de alta tecnología", el aumento de precio de sus exportaciones por la revaluación quedaría compensado por una mayor innovación.

Segundo: durante décadas China mantuvo un tipo de cambio fijo respecto al dólar, justamente para terminar inundando a EE.UU y al mundo con "baratijas". Pero esa política no estaba destinada a durar para siempre. Como dijimos, China buscó ir trasladando sus exportaciones a sectores de alta tecnología, buscando parecerse a Alemania. Esta última, que es el verdadero motor de Europa, fue hasta no hace mucho la primer potencia exportadora del mundo, obviamente no vendiendo espejitos de colores sino alta tecnología (hoy el primer lugar lo ocupa China - ver post). El efecto de este tipo de productos se hizo evidente recientemente cuando la devaluación del dólar frente al euro no impidió que las exportaciones de Alemania a EE.UU se incrementaran casi en un 10%.

Tercero: la inevitable revaluación del yuan. Este tema tiene varias aristas. Pero principalmente tiene que ver con las relaciones económico-financieras con EE.UU. Comencemos diciendo que el boom exportador de los comienzos inundó a China con divisas y para mantener ese flujo el yuan quedó atado a un tipo de cambio fijo. Pero recientemente, con esta bomba nuclear financiera a punto de estallar en los próximos meses (hacia finales de este año según el LEAP - ver post) que implica una devaluación del dólar, EE.UU está exportando su propia inflación a todos los países que tienen una tasa de cambio fija como los países árabes del Golfo y la misma China, entre otros. En ésta última el recalentamiento de la economía hizo que Beijing, vistos el traslado de las exportaciones hacia la alta tecnología y los continuos esfuerzos para restarle importancia al mercado de EE.UU (ver post), decidiera continuas alzas en la tasa de interés y leves revaluaciones.

El tema es que la presión para la revaluación debe ser gigantesca, ya que a los factores antes mencionados se suman transferencias monstruosas de divisas desde EE.UU hacia China, en la búsqueda de activos con mayores tasas de interés como títulos y bonos. Aunque, como dijimos, Beijing está dejando revaluar al yuan últimamente, lo hace levemente pero conteniendo una presión enorme por apreciarlo. Me animaría a decir que la moneda con mayor presión mundial para apreciarse a largo plazo es el yuan. Lo cual no hará otra cosa que agravar la situación del dólar como moneda atractiva para la inversión.

Todo esto no quita que en estos meses el dólar no se estabilice o ascienda por momentos. Esto sería natural, respondiendo a una situación inestable donde los movimientos son más "espasmódicos" creando un gráfico de "serrucho" con grandes subas y bajas pero con una tendencia final clara. Lo mismo se podría decir de las otras variables como el oro, el petróleo y el resto de los commodities.

Por otro lado, la revaluación del yuan, paulatina pero inexorable, y una menor cantidad de exportaciones a EE.UU terminarían siendo una ventaja para Beijing más que un perjuicio, atento al brutal déficit comercial de EE.UU con China. Además, porque si la apreciación no se acelera para contrarrestar la inflación, 1000 millones de asiáticos van a saltar literalmente por los aires, arrastrando indudablemente en el proceso al actual régimen comunista.


Desinteligencias mundiales a raíz de la crisis financiera mundial


No sería demasiado descabellado considerar que el año 2008 será un año peligroso y no sólo a nivel económico.

Rusia ha retomado los patrullajes y ejercicios militares alrededor del mundo y está haciendo grandes esfuerzos por recuperar la capacidad tecnológica de disuasión nuclear. Para ello cuenta con las riquezas provenientes del petróleo y el gas.

China apuesta a tenerlo todo, supremacía económica, política y militar, presencia en el espacio y también una fuerza disuasoria nuclear.

Estados Unidos, atravesando una profunda herida financiera que pone en peligro evidente su propia soberanía, cuenta aún con un gigantesco potencial militar de alta tecnología. Como la falta de presupuesto puede cercenar gravemente su capacidad de mantenimiento y desarrollo tecnológico a futuro (ver post), sería casi obvio que intente utilizar toda su ventaja militar ahora, antes que pueda caer en atrasos notorios.
En Noviembre son las elecciones y McCain es el candidato que indudablemente ganaría si EE.UU ataca a Irán antes de Noviembre. Mucho se ha dicho sobre que tanto Bush como Cheney no quieren dejar el tema de Irán a ningún futuro gobierno demócrata. Además McCaín es el único que mantendría el actual status quo institucional que algunos califican de "estado policial". Teniendo en cuenta la amenaza china como aún mayor que la rusa, reforzar la presencia militar en Irak y lanzar un ataque a Irán serían imprescindibles, desde la visión de EE.UU., para rodear a Rusia y lanzar un mensaje disuasorio a China. Ésa sería la intención por encima de cualquier discurso de "guerra al terror". El tema es si la disuasión tendrá efecto o no.

Un gran interrogante plantea la India. Es clara su posición anti-China debido a que ésta apoya a Pakistán. Lo que aún no está muy claro es una posible alianza pro-EE.UU ya que Rusia también está muy interesada en tener a la India como aliada. Es evidente, que habría que esperar que la situación internacional empeore para forzar a Nueva Delhi a definirse en favor de uno u otro, o incluso, intentar una tajante neutralidad.

Finalmente, las probabilidades de un atentado de grandes proporciones en EE.UU o Europa crecerían sustancialmente durante este año, logrando así "carte blanche" para un ataque a Irán. Demás está decir que, en momentos de crisis financieras, como la que se espera que estalle precisamente en los próximos meses, nada mejor que un atentado y una guerra para distraer a las masas de sus problemas económicos o de otra índole (desde el punto de vista neoconservador). Además, una guerra Israel-Irán internacionalizada traerá aparejada sin duda una guerra de religión a nivel mundial de alcances insospechados.