martes, 2 de octubre de 2007

EE.UU avanza, Rusia y China se Juntan


La alianza Chino-Rusa: Desafiando las Ambiciones de EE.UU en Eurasia
por Mahdi Darius Nazemroaya

GlobalResearch global, 23 de septiembre de 2007

"Pero si el espacio intermedio [Rusia y la antigua Unión Soviética] rechaza al occidente [la Unión Europea y Estados Unidos], se convierte en una sola y firme entidad, y gana control sobre el Sur [Oriente Medio] o forma una alianza con el principal agente del Este [China], entonces la primacía de Estados Unidos en Eurasia se encoge dramáticamente. Igualmente sería el caso si los dos mayores jugadores del Este fueran de alguna manera a unirse. Finalmente, cualquier eyección de Estados Unidos por parte de sus socios occidentales [el entente francogermano] de su posición en la periferia occidental [Europa] automáticamente significaría el final de la participación de Estados Unidos en el juego de ajedrez euroasiático, aunque éso probablemente significaría también la eventual subordinación del extremo occidental hacia un jugador resurgido ocupando el espacio intermedio [e.g. Rusia]."

- Zbigniew Brzezinski (El Gran Tablero de Ajedrez: Primacía americana y su Imperativas Geoestratégicas, 1997)

La tercera ley del movimiento de sir Isaac Newton indica que "para cada acción hay una reacción igual y opuesta." Estos preceptos de física pueden también utilizarse en las ciencias sociales, específicamente con referencia a las relaciones sociales y a la geopolítica.
Estados Unidos y Gran Bretaña, la alianza anglo-americano, se han ocupado en un proyecto ambicioso para controlar los recursos energéticos mundiales. Sus acciones han resultado en una serie de complicadas reacciones, que han establecido una coalición Euroasiática que se está preparando para desafiar al eje anglo-americano.

Cercando a Rusia y China:
Fracaso de las ambiciones mundiales anglo-americanas
"Hoy estamos siendo testigos de un hiper-uso casi incontenido de fuerza - fuerza militar - en las relaciones internacionales, fuerza que está hundiendo al mundo en un abismo de conflictos permanentes. Consecuentemente no tenemos suficiente fuerza para encontrar una solución comprensiva para ninguno de estos conflictos. Encontrar un acuerdo político también se hace imposible. Estamos viendo un desdén cada vez mayor hacia los principios básicos del derecho internacional. Y las normas legales independientes se están, de hecho, acercando cada vez más a un sistema legal de un estado. Un estado y, por supuesto, primero y principalmente los Estados Unidos, ha sobrepasado sus fronteras nacionales en todas sus formas".
- Vladimir Putin en la conferencia de Munich sobre Política de Seguridad en Alemania (11 de febrero de 2007)

Lo que los líderes y funcionarios estadounidenses llamaron el "Nuevo Orden Mundial" es lo que los chinos y los rusos consideran un "Mundo Unipolar". Ésta es la visión o la alucinación, dependiendo de la perspectiva, que ha tendido un puente sobre la divisoria Chino-Rusa entre Pekín y Moscú.
China y Rusia son bien conscientes del hecho de que son blancos de la alianza anglo-americana. Sus miedos mutuos de circunvalación los han puesto juntos. No es ningún accidente que en el mismo año que la OTAN bombardeó Yugoslavia, el presidente Jiang Zemin de China y el presidente Boris Yeltsin de Rusia hicieron una declaración conjunta anticipada en una cumbre histórica en diciembre de 1999 que reveló que China y la Federación Rusa unirían sus manos para resistir al "Nuevo Orden Mundial". Las semillas de esta declaración Chino-Rusa de hecho fueron puestas en 1996 en que ambos bandos declararon que se oponían a la imposición global de la hegemonía del un sólo estado.
Jiang Zemin y Boris Yeltsin indicaron que todas las naciones estado deben ser tratadas igualmente, disfrutar de seguridad, respetar la soberanía de cada una, y más importante no interferir en los asuntos internos de otras naciones estado. Estas declaraciones fueron dirigidas al gobierno de los EE.UU. y sus socios.
Los chinos y los rusos también pidieron por el establecimiento de un orden global más equitativo en lo económico y político. Ambas naciones también indicaron que Estados Unidos estaba detrás de los movimientos separatistas en sus respectivos países. También subrayaron las ambiciones dirigidas por EE.UU para balcanizar y para finlandizar las naciones estado de Eurasia. Americanos influyentes como Zbigniew Brzezinski habían abogado ya para descentralizar y eventualmente dividir a la Federación Rusa.
Tanto los chinos como los rusos publicaron una declaración advirtiendo que la creación de un escudo misilístico internacional y la contravención del Tratado de Misiles Antibalístico (Tratado ABM en inglés) desestabilizarían el ambiente internacional y polarizarían el mundo. En 1999, los chinos y los rusos eran conscientes de lo que se venía y de la dirección a la que los Estados Unidos apuntaban. En junio de 2002, menos de un año antes del impacto de la "Guerra Global al Terror", George W. Bush anunció que los EE.UU. se retiraban del Tratado ABM.
El 24 de julio de 2001, menos de dos meses antes del 11 de septiembre de 2001, China y Rusia firmaron el Tratado de Buena Vecindad y Amigable Cooperación. Este último es un pacto de defensa mutua suavemente redactado en contra de los EE.UU., la OTAN, y la red militar asiática patrocinada por los EE.UU. que estaba rodeando a China. [1]
El pacto militar de la Organización de Cooperación de Shangai (SCO en inglés) también sigue igual formato de redacción suave. También digno de menciónar es que el artículo 12 del tratado bilateral Chino-Ruso de 2001 estipula que China y Rusia trabajarán juntas para mantener el equilibrio estratégico global, "observación de los acuerdos básicos relevantes a la salvaguarda y el mantenimiento de la estabilidad estratégica", y "promover el proceso de desarme nuclear."[2] Ésta parece ser una insinuación sobre una amenaza nuclear planteada desde los Estados Unidos.

Parándose en el camino de EE.UU y Gran Bretaña:
Una "Coalición Chino-Rusa-Iraní"
Como resultado del impulso anglo-americano para cercar y, en última instancia, para desmantelar a China y Rusia, Moscú y Pekín han unido filas y el SCO se ha lentamente desarrollado y emergido en el corazón de Eurasia como un poderoso cuerpo internacional.
Los objetivos principales del SCO son de naturaleza defensiva. Los objetivos económicos del SCO son integrar y unir las economías euroasiáticas en contra de la acometida y la manipulación económicas y financieras del "Trilátero" de Norteamérica, Europa occidental, y Japón, que controla partes significativas de la economía global.
El estatuto del SCO también fue creado, usando la jerga occidental de seguridad nacional, para combatir "el terrorismo, el separatismo, y el extremismo". Las actividades terroristas, los movimientos separatistas, y los movimientos extremistas en Rusia, China, y Asia central son todas fuerzas tradicionalmente cultivadas, financiadas, armadas, y apoyadas secretamente por los gobiernos británico y estadounidense. Varios grupos separatistas y extremistas que han desestabilizado a miembros del SCO incluso tienen oficinas en Londres.
Irán, la India, Paquistán, y Mongolia son todos miembros observadores del SCO. El estado de observador de Irán en el SCO es engañoso. Irán es un miembro de hecho. El estado de observador está destinado a esconder la naturaleza de la cooperación trilátera entre Irán, Rusia, y China para que el SCO no pueda ser etiquetado y demonizado como una agrupación militar anti-estadounidense o anti-occidental.
Los intereses declarados de China y Rusia son los de asegurar la continuidad de un "Mundo Multipolar". Zbigniew Brzezinski prefiguró en su libro de 1997 "El Gran Tablero de Ajedrez: La Primacía Americana y los Imperativos Geoestratégicos" advirtió contra la creación o la "aparición de una coalición hostil [con base Euroasiática] que podría eventualmente intentar desafiar la primacía de EE.UU". También llamó a esta potencial coalición euroasiática una "alianza antihegemónica" que estaría formada desde una "coalición Chino-Ruso-Iraní" con China como su fundamento. Éste es el SCO y los varios grupos euroasiáticos que están conectados con el SCO.
En 1993, Brzezinski escribió "al determinar las opciones futuras de China, uno tiene que considerar también la posibilidad de que una China económicamente exitosa y políticamente segura - pero que se sienta excluída del sistema global y decida convertirse en defensora y líder de los estados desfavorecidos - puede decidir presentar no sólo una doctrina articulada sino también un poderoso desafío geopolítico al dominante mundo trilátero [una referencia al frente económico formado por Norteamérica, Europa occidental, y Japón]."
Brzezinski advierte que la respuesta de Pekín para desafiar el status quo global sería la creación de una coalición Chino-Ruso-Iraní: "Para los estrategas chinos, enfrentar la coalición trilátera de América, Europa y Japón, la contra geopolítica más eficaz bien podría ser intentar y formar una triple alianza propia, conectando China con Irán en la región del Golfo Pérsico/Oriente Medio y con Rusia en el área de la antigua Unión Soviética [y de Europa Oriental]." Brzezinski continúa diciendo que la coalición Chino-Ruso-Iraní, que él por otra parte llama una "coalición anti-establishment", podría ser un potente imán para otros estados [e.g., Venezuela] descontentos con el status quo [global]."
Además, Brzezinski advirtió en 1997 que "la tarea más inmediata [para los EE.UU.] es asegurarse que ningún estado o combinación de estados consiga la capacidad de expeler a los Estados Unidos de Eurasia o de incluso disminuir perceptiblemente su papel decisivo de arbitraje." Puede ser que sus advertencias fueron olvidadas, porque los EE.UU. han sido repelidos de Asia central y las fuerzas de EE.UU han sido desalojadas de Uzbekistan y Tajikistan.

Fracaso de las "Revoluciones de Terciopelo" en Asia central
Asia central fue escenario de varios intentos patrocinados por Gran Bretaña y EE.UU ante cambios de régimen. Los de este último estuvieron caracterizados por revoluciones de terciopelo similares a la Revolución Naranja en Ucrania y a la Revolución Rosada en Georgia.
Estas revoluciones de terciopelo financiadas por los EE.UU. fallaron en Asia central, aparte de Kirguizstán donde ha habido éxito parcial con la llamada Revolución Tulipán.
Consecuentemente el gobierno de los EE.UU. ha sufrido importantes reveses geoestratégicos en Asia central. Todos los líderes de Asia central se han distanciado de Estados Unidos.
Rusia e Irán también se han asegurado acuerdos de energía en la región. Los esfuerzos de Estados Unidos, durante varias décadas, para ejercer un papel hegemónico en Asia central parecen haberse revertido de la noche a la mañana. A las revoluciones de terciopelo patrocinadas por los EE.UU. les ha salido por la culata. Las relaciones entre Uzbekistan y los EE.UU. fueron especialmente muy afectadas.
Uzbekistan está bajo el mando autoritario del presidente Islam Karamov. Comenzando en la segunda mitad de los años 90 el presidente Karamov fue tentado a traer a Uzbekistan al redil de la alianza anglo-americana y la OTAN. Cuando hubo un atentado contra la vida del presidente Karamov, sospechó del Kremlin debido a su postura política independiente. Esto es lo que llevó a Uzbekistan a dejar el CSTO (Collective Security Treaty Organization). Pero Islam Karamov, años más tarde, cambió de opinión respecto a quién intentaba librarse de él.
Según Zbigniew Brzezinski, Uzbekistan representaba un obstáculo importante para cualquier renovado control ruso de Asia central y era virtualmente invulnerable a la presión rusa; esta es la razón por la que era importante asegurarse a Uzbekistan como un protectorado estadounidense en Asia central.
Uzbekistan también tiene la fuerza militar más grande de Asia central. En 1998, Uzbekistan llevó a cabo juegos de guerra con las tropas de la OTAN en Uzbekistan. Uzbekistan se estaba militarizando pesadamente en forma semejante a como estaba Georgia en el Cáucaso. Los EE.UU. dieron a Uzbekistan enormes cantidades de ayuda económica para desafiar al Kremlin en Asia central y también proporcionaron entrenamiento a las fuerzas Uzbekistaníes.
Con el lanzamiento de la "Guerra Global al Terror", en 2001, Uzbekistan, un aliado anglo-americano, ofreció inmediatamente bases e instalaciones militares a los EE.UU. en Karshi-Khanabad.
La dirigencia de Uzbekistan sabía ya la dirección que la "Guerra Global al Terror" tomaría. Para la irritación de la administración Bush Jr., el presidente Uzbekistaní formuló una política de auto-determinación. La luna de miel entre Uzbekistan y la alianza anglo-americana terminó cuando Washington D.C. y Londres comtemplaron remover a Islam Karamov del poder. Era un poco demasiado independiente para su comodidad y gusto. Sus tentativas para la remoción del presidente Uzbekistaní fallaron, llevando eventualmente a un cambio en las alianzas geopolíticas.
Los acontecimientos trágicos de Andijan el 13 de mayo de 2005 fueron el punto de quiebre entre Uzbekistan y la alianza anglo-americana. La gente de Andijan fue incitada a enfrentarse con las autoridades Uzbekistaníes, lo que resultó en medidas drásticas de seguridad sobre los manifestantes y pérdida de vidas.
Se informó que grupos armados habían estado implicados. En los EE.UU., Gran Bretaña, y la UE, los informes de medios se centraron estrechamente en las violaciones de los derechos humanos sin mencionar el rol secreto de la alianza anglo-americana. Uzbekistan mantuvo que Gran Bretaña y los EE.UU. eran responsables acusándolos de incitar la rebelión.
M.K. Bhadrakumar, el ex embajador hindú en Uzbekistan (1995-1998), reveló que el Hezbut Tahrir (HT) fue uno de los bandos culpados por el gobierno Uzbekistaní de incitar a la muchedumbre en Andijan. El grupo ya estaba desestabilizando Uzbekistan y utilizaba tácticas violentas. Las jefaturas de este grupo resultaron estar en Londres y disfrutaban de la ayuda del gobierno británico. Londres es un centro neurálgico para muchas organizaciones similares que fomentan los intereses anglo-americanos en varios países, incluyendo Irán y Sudán, con campañas de desestabilización. Uzbekistan incluso comenzó a tomar medidas drásticas con las organizaciones no gubernamentales extranjeras (ONGs) debido a los acontecimientos trágicos de Andijan.
La alianza anglo-americana había jugado mal sus cartas en Asia central. Uzbekistan dejó oficialmente el grupo GUUAM, un cuerpo anti-Ruso patrocinado por la OTAN-EE.UU. GUUAM una vez más volvió a ser el grupo GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaijan y Moldava) el 24 de mayo de 2005.
El 29 de julio de 2005 se ordenó a los militares de EE.UU. a que dejaran Uzbekistan dentro de un período de seis meses. Literalmente, se dijo a los estadounidenses que no eran más bienvenidos en Uzbekistan y Asia central.
Rusia, China, y el SCO sumaron sus voces a las demandas. Los EE.UU. despejaron su base aérea en Uzbekistan para noviembre de 2005.
Uzbekistan volvió a unirse a la alianza CSTO el 26 de junio de 2006 y se realineó, una vez más, con Moscú. El presidente Uzbekistaní se convirtió también en sonoro partidario, junto con Irán, de empujar a los EE.UU. afuera totalmente de Asia central. A diferencia de Uzbekistan, Kirguizstán continuó permitiendo que los EE.UU. utilizaran la base aérea de Manas, pero con restricciones y en una atmósfera incierta. El gobierno kirguiztaní también dejaría en claro que ninguna de las operaciones de los EE.UU. podía apuntar a Irán desde Kirguizistán.

[1] Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa entre la República Popular de China y la Federación Rusa, firmado y con fuerza de ley a partir del 16 de julio de 2001, República Popular de China-Federación Rusa, Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Popular de China.
http://www.fmprc.gov.cn/eng/wjdt/2649/t15771.htm
Los siguientes son los artículos del tratado que son relevantes para la defensa mutua de China y Rusia en contra del cercamiento dirigido por los estadounidenses y de los esfuerzos por desmantelar ambas naciones;
NOTAS
ARTÍCULO 4
El lado chino apoya al lado ruso en sus políticas de aplicación de la defensa de la unidad nacional y de la integridad territorial de la Federación Rusa.
El lado ruso apoya al lado chino en sus políticas de aplicación de la defensa de la unidad nacional y de la integridad territorial de la República Popular de China.
ARTÍCULO 5
El lado ruso reafirma que el soporte de principios acerca del tema de Taiwán, según lo expuesto en los documentos políticos firmados y adoptados por los jefes de estado de los dos países desde 1992 hasta 2000, permanece sin cambios. El lado ruso reconoce que hay solamente una China en el mundo, que la República Popular de China es el único gobierno legal que representa el conjunto de China y que Taiwán es una parte inalienable de China. El lado ruso se opone a cualquier forma de independencia de Taiwán.
ARTÍCULO 8
Las partes contratantes no entrarán en ninguna alianza ni serán parte de ningún bloque ni ellas emprenderán ninguna de tales acciones, incluyendo la conclusión de tal tratado con un tercer país que comprometa la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de la otra parte contratante. Ningún lado de las partes contratantes permitirá que su territorio sea utilizado por un tercer país para comprometer la soberanía nacional, la seguridad y la integridad territorial de la otra parte contratante.
Ningún lado de las partes contratantes permitirá la creación de organizaciones o bandas en su propio suelo que deterioren la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de la otra parte opuesta y sus actividades deben ser prohibidas.
ARTÍCULO 9
Cuando una situación se presente en la que una de las partes contratantes juzgue que la paz está amenazada o minada o que sus intereses de seguridad están implicados o cuando se enfrente con la amenaza de agresión, las partes contratantes llevarán a cabo inmediatamente contactos y consultas para eliminar tales amenazas.
ARTÍCULO 12
Las partes contratantes trabajarán conjuntamente para el mantenimiento del equilibrio y la estabilidad estratégicas globales y harán grandes esfuerzos para promover la observación de los acuerdos básicos relevantes a la salvaguarda y al mantenimiento de la estabilidad estratégica.
Las partes contratantes promoverán activamente el proceso de desarme nuclear y la reducción de armas químicas, promoverán y consolidarán los regímenes sobre prohibición de armas biológicas y tomarán medidas para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva, sus medios de entrega y su tecnología relacionada.