lunes, 15 de enero de 2018

Rusia y China cada vez más cerca, gracias a Estados Unidos

Creciente comercio ruso-chino presiona al Petrodólar

12 de enero de 2018 / por Tom Luongo


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Las últimas cifras comerciales sobre el intercambio entre China y Rusia deberían ser una advertencia más a los Estados Unidos de que las sanciones económicas no funcionan. En mayo de 2017, Rusia y China acordaron aumentar el comercio bilateral hasta los u$s 80 mil millones para fines de 2018.
Bueno, se han adelantado un año de lo previsto.
Las cifras oficiales para 2017 llegaron a los u$s 84,07 mil millones.
Hicieron más que $ 8.1 mil millones en negocios sólo en diciembre. Con la apertura del nuevo oleoducto ESPO que conecta Siberia con China y que duplica la cantidad de petróleo que China puede importar hasta los 600.000 barriles por día, veremos que esos números continuarán acelerándose.
Y esa es la clave. Recuerden, el masivo acuerdo gasífero de u$s 400 mil millones que China hizo con Gazprom en 2014 no ha comenzado a entregar el gas. El primer gasoducto del Poder de Siberia no se completará hasta el 2019. El segundo gasoducto del Poder de Siberia está sobre la mesa después de aquel.
Y los dos países acaban de acordar el mes pasado un tercer gasoducto para traer gas desde el lejano oriente de Rusia.
Por lo tanto, a pesar de las mentiras de los medios occidentales sobre la rentabilidad de estos proyectos, están avanzando y los dos países continúan fortaleciendo lazos fundamentales entre sí.

 Engrasando los patines


Estamos a sólo una semana de que se negocien los futuros del petróleo denominados en yuanes en la Bolsa Internacional de Energía de Shanghai (INE). Las operaciones comienzan el 18 de enero.
Y aunque eso no le va a cambiar la cara a los futuros del petróleo de la noche a la mañana, comenzará a desviar la fijación de los precios por fuera de los mercados en dólares estadounidenses. También mejorará la liquidez externa del yuan así como la visibilidad del petróleo ruso en el mercado global.
El contrato de Shanghai es por crudo Semi Agrio, el cual está más cerca del tipo de petróleo producido principalmente por Rusia. El crudo de los Urales rusos se considera Semi Agrio. El de Arabia Saudita y el de la mayor parte de la OPEP son petróleos agrios (con niveles más altos de azufre con un pH más bajo). Con los recortes de producción de la OPEP que Rusia acordó emular, la mayormente golpeó este mercado.
Tanto el crudo WTI como el Brent son puntos de referencia para el crudo Ligero Dulce, al igual que los productores de esquisto de EE.UU., Venezuela, Nigeria y Libia. Por lo tanto, este contrato está diseñado para tasar adecuadamente otros tipos de petróleo que no se adaptan a las necesidades de las refinerías de EE.UU.
Y por esa sola razón, será un gran competidor a largo plazo. El actual mercado del petróleo está muy fragmentado porque no hay un mercado de futuros directo para los crudos de tipo Agrio.
El contrato de Shanghai está cambiando ese juego. Entre esto y aquello, las ganancias que provengan de él pueden convertirse en oro a través de la Bolsa de Oro de Shanghai (SGE), lo que le da a este mercado una credibilidad inmediata.
Los efectos de esto han sido exagerados por una parte, por los partidarios del dinero duro y, por otra, subestimados por los analistas financieros atrincherados.
Lo importante es que China ha creado el primer desafío inexpugnable y sobreelevado para el comercio del petróleo con petrodólares. Para quebrar el uso mundial del dólar como única moneda de cambio para el petróleo, requería que el contrato correcto fuera emitido por un país que EE.UU. no pudiera invadir inmediatamente y llevar a cabo una operación de cambio de régimen como en Irak y Libia.
Rusia gana aquí porque ahora hay un camino para que su grado de los Urales se convierta en un punto de referencia internacional como el WTI y el Brent. Y como Gazprom prefiere fijar el precio de sus contratos de gas a largo plazo basados ​​en los subyacentes precios del petróleo en lugar del precio más volátil del gas natural, esto también es una ganancia a largo plazo para ellos.
La convertibilidad en oro es un medio para profundizar los mercados de deuda soberana de China al hacer que sea menos riesgoso la tenencia de bonos chinos. La falta de una verdadera convertibilidad del yuan es el gran impedimento para que la gente los retengan. Entonces, la convertibilidad en oro crea una salida viable.

Un medio para un fin


El aumento del comercio entre Rusia y China tiene que ir e irá mucho más allá de la energía para que su asociación prospere. El comercio del petróleo es simplemente un medio para construir el flujo subyacente de capital entre los dos países. Hace que sea más fácil que las empresas rusas accedan al capital chino y viceversa.
Y esta rápida aceleración del comercio bilateral es necesaria frente a sanciones económicas más severas por parte de Estados Unidos contra Rusia, que probablemente llegarán el próximo mes. La forma de evitar sanciones es construir medios alternativos para hacer negocios.
Continuaremos apuntando a bancos y oligarcas financieros rusos con la idea de reducir el crecimiento económico al eliminar su capacidad de obtener capital extranjero. Y nuevamente, esta es la razón por la cual China es tan importante para Rusia.
Porque cuanto más los alejamos, más pueden recurrir a sus socios chinos en busca de asistencia y  Estados Unidos no se atreve a sancionar a China, sin importar cuán pomposamente hable el presidente Trump sobre ello.
China anunció la semana pasada que no seguiría acumulando activos del Tesoro de EE.UU. Presumiblemente, esto significa que ya no reciclará su superávit comercial con los EE.UU. para detener la apreciación del yuan frente al dólar.
Lo ha hecho durante el pasado año con el debilitamiento del dólar como ha ocurrido. Pero esa ola está llegando a su fin con una reversión en la política de la Reserva Federal y la ley de recorte impositivo de Trump. El aumento de las tasas de interés en EE.UU. permitirá que China se despoje de sus tenencias del Tesoro a su antojo sin afectar demasiado al yuan, mientras que también profundiza la liquidez del yuan a través de su mercado de bonos ahora convertible en oro.
Esos dólares provenientes del comercio se gastarán en la búsqueda de la iniciativa "Un Cinturón, Un Camino" de China, y en el extranjero donde tiene negocios. Estoy seguro de que si Rusia entra en otra crisis de financiamiento en dólares debido a nuevas sanciones, China estará allí para proporcionar liquidez en dólares, al igual que en 2015.
Ambos países entienden lo que está en juego y continúan haciendo los movimientos correctos para apoyar el cambiante entorno macroeconómico. Con los bonos de EE.UU. al borde de ingresar en un mercado a la baja, las condiciones están maduras como para que China despliegue sus masivos ahorros para continuar rehaciendo el continente asiático.