lunes, 4 de febrero de 2008

Bernanke y Cía insisten. Esta vez sí que sale bien...


Rezando por el milagro... "Estímulo Nuestro que estás en los Cielos..."

Análisis de Peter Schiff sobre la economía de EE.UU
Más Ensalada, menos Twinkies

1-2-2008

http://www.europac.net/externalframeset.asp?from=home&id=11672

A pesar de que el Fed todavía cree que una recesión es poco probable que ocurra, Bernanke y compañía continuaron el recorte de emergencia de las tasas de 75 puntos básicos de la semana pasada con un recorte de 50 puntos básicos el miércoles. Para no ser aventajado por la generosidad de la Fed, la cámara de representantes y la administración de Bush lanzaron juntos un “paquete de estímulo” de u$s 150 mil millones, que sólo puede ser demorado por el deseo del Senado de unirse al lanzamiento de baratijas. En Wall Street estas acciones fueron aclamadas como heroicas, con alabanza y espaldarazos para todos (lo que podría ser políticamente más valeroso que repartir dinero libre en un año de elecciones). En una encuesta reciente, el 78% completo de economistas creyó que estas políticas eran apropiadas… mientras que el 18% pensó que no eran lo suficientemente agresivas.

Una definición común de locura es el acto de repetir la misma actividad mientras se espera un resultado diferente. Bernanke ahora está repitiendo las mismas equivocaciones cometidas por Greenspan, así y todo él y casi todos en Wall Street esperan un resultado distinto. La burbuja de la bolsa de los años 90 provino de tasas de interés demasiado bajas, las cuales enviaron señales falsas a los emprendimientos, haciendo que sobre-inviertan demasiado en tecnología de la información, telecomunicación, y punto coms. Cuando esa burbuja estalló, en vez de permitir que la recesión correctiva siga su curso, el Fed respondió reduciendo radicalmente las tasas de interés. El resultado fue una burbuja incluso mayor en los bienes raíces; haciendo que los consumidores pidieran prestado mucho más dinero para comprar casas y otras chucherías.

Ahora que la burbuja de las viviendas ha estallado, la Fed está reduciendo radicalmente de nuevo las tasas de interés para posponer el dolor. Sin embargo, para corregir los años de préstamos y gastos extravagantes, el país está en necesidad desesperada de un período de ahorro y economía. Pero recompensando a los deudores y castigando a los ahorristas, las tasas de interés más bajas en realidad animan el comportamiento opuesto. Dado cuánto daño esta estrategia ya ha causado en el pasado ¿porqué deberíamos asumir que funcionará mejor ahora?

Considere un ejemplo del mundo real. Supóngase su vecino que va a la deriva con el gasto, al máximo con la tarjeta de crédito y la hipoteca, sin ahorros en el banco, luchando para llegar a fin de mes y a un cheque de distancia de la ejecución hipotecaria y de la bancarrota personal, viene a usted para un consejo financiero con respecto a qué hacer con los u$s 1.200 que recibió en la Lotería Federal del Estímulo? ¿Su consejo sería “salga y comprese una flamante TV de plasma”? Mi suposición es que usted sugeriría que cancele sus deudas. Si usted fuera un buen amigo podría ayudarlo a idear un presupuesto para poner su casa financiera de nuevo en orden. Tal plan podría incluir cambiar su Mercedes SUV por un Honda más económico en combustible, almuerzos en viandas en vez de restaurantes costosos, romper las tarjetas a cargar de las tiendas, cancelar las vacaciones, dar de baja los canales de cable premium, etc. Cuando usted está hasta el cuello con deudas, la solución es economizar, bajar su nivel de vida y reparar su hoja de balance personal. En otras palabras, atraviesa su propia recesión personal.

¿Su consejo sería diferente si no fuera sólo un vecino sino 300 millones? Si es incorrecto que un individuo excesivamente endeudado despilfarre una ganancia inesperada, es igual de incorrecto que millones de nosotros lo hagamos colectivamente. Si nuestra economía ya está sufriendo por demasiada deuda, piense en cuánto peor estaremos después de que despilfarremos éstos cheques de reembolso.

O piénselo de esta manera -- Imagínese a un individuo obeso apareciéndose en un encuentro de los WeighWatchers y a su consejero dándole una caja de Twinkies? ¿Cuánto peso cree que perdería en la “dieta Twinkie?” Los consumidores americanos básicamente se han llenado casi hasta el punto de explosión. Lo que se necesita es ensalada; no más Twinkies.

Irónicamente por supuesto, al hacer estallar tanto la burbuja de la bolsa en los años 90 como la de bienes raíces que le siguió, Greenspan en realidad repitió las mismas equivocaciones que los presidentes anteriores de la Fed, Benjamin Strong y William McChensey Martin, cometieron en los años 20 y 60 respectivamente. Parece que la cordura es una descalificación importante para los banqueros centrales.